Resulta sorprendente la liviandad con que la gente repite frases.
La que más he escuchado es que el Reiki ya no va más. Es gracioso, el mercado y
sus sistemas de publicidad terminan empapándolo todo, porque esas pautas de
buscar siempre lo novedoso como valor supremo son sostenidas por los que venden
un pan de jabón o una licuadora, sabemos que a veces el producto es el mismo
pero urgidos por esta premisa de innovación continua le cambian el envoltorio e
imprimen la palabra “nuevo” al lado de la marca. En el camino de
autoconocimiento y la espiritualidad el funcionamiento es otro y yo me
atrevería a afirmar que es precisamente lo contrario. La sabiduría no tiene fin
pero incluso es de suponer que no tuvo
principio porque algunos “saberes” fueron canalizados, es decir no nacieron de
la investigación de un ser evolucionado sino que fueron captados desde el otro
plano. La novedad como valor es un invento de la modernidad, cuanto más nuevo
más caro, más emblemático, pero lo nuevo tiene corta duración, casi se vuelve
viejo en el momento de nacer. El culto reverencial al cuerpo joven y el
desprecio por la persona anciana es una manifestación más de este sistema de
creencias. De la misma forma en que una persona frívola sigue obsesivamente los
lineamientos de moda al punto de convertirse en una consumidora útil al
mercado, quienes buscan el último cursillo espiritual con el ultimísimo método
para ampliar su conciencia desterrando de plano todo lo anterior, veo a las personas que dicen que el Reiki ya
fue. El Reiki se nutre de muchas líneas espirituales antiquísimas, si lo
desechamos, también desechamos las bases
de las grandes religiones del mundo, esos saberes no tienen fecha de vencimiento.
Mi experiencias personal con el Reiki es la de haber encontrado un camino de
autoconocimiento genuino y lo digo después de haber hecho todos los niveles
hasta la maestría, y habiendo dejado pasar entre nivel y nivel siete años con
sus prácticas correspondientes, me inicié cuando aquí en la Argentina no había
maestros y fue una Reiki Master norteamericana en viaje quien me dio las
primeras sintonizaciones. Pero también hice otras prácticas y no encuentro que
sean superadoras sino complementarias, sirven para otras cosas, indagué y
comparé. Esta idea de que una práctica destierra a la otra es también un
concepto del modelo patriarcal del que el mercado es subsidiario. El movimiento
de la energía no es vertical sino horizontal pero en muchos niveles a la vez,
el patriarcado por el contrario cree que
es vertical y jerárquico y le cuesta mucho integrar la idea de
complementariedad, porque piensa que hay una sola línea y que en esa cúspide se
encuentra la única autoridad, esta creencia es la que sustenta los
fundamentalismos en todas sus vertientes.
Tal vez la idea de que el
Reiki es sólo un camino de sanación fue impuesta en Occidente como una moneda
de intercambio, sabemos que la señora Takata difundió con su personal
traducción de la historia de Mikao Usui el origen del Reiki, pero el Reiki
sirve para muchas otras cosas que nos permiten abrir puertas interiores, por
eso es un camino y no sólo una práctica de sanación. La cuestión es cómo
tomamos cada cosa en nuestra vida, desde qué paradigma, con qué objeto, dónde
ubicamos nuestro ego o al servicio de qué lo colocamos. Deberíamos tener mucho
cuidado antes de repetir frases parecidas
a “Qué lindo es el jabón Turbión que saca el manchón del pantalón”, si
no experimentamos personalmente y con seriedad todo cae en la banalización tan
propicia y conveniente para un mercado cuyo objetivo en vender, vender y
vender. Por otro lado hay que ver cuál es la capacidad de canalización de
energía del reikista y la seriedad con que se inició en la práctica. Y esto es un fenómeno inevitable, en el mismo
momento en que nace lo genuino se despliega paralelamente lo falso, lo
degradado, su desnaturización. No es lo mismo una persona con primer nivel que
una Reiki master, no podría serlo de ninguna manera. O un reikista que ha
indagado en su interior para descondicionarse y liberarse de sombras personales
con alguien que ha investigado a conciencia el funcionamiento de las energías.
Mikao Usui integró tradiciones espirituales
muy antiguas que no tienen fecha de vencimiento, lo que ocurre es que el Reiki
apareció en el planeta supongo que con una función: popularizar el concepto de
energía para abrir un camino masivo para toda la humanidad, tengo la impresión
de que el Reiki nos reconecta con saberes olvidados, con prácticas muy
americanas por su raigambre chamánica japonesa, pero esto no significa que dentro de la
propuesta del Reiki en sí no contenga muchas otras funciones que podrán ser
aprovechadas en quienes se atrevan a profundizar. Aprender a diferenciar el oro
del barro no implica endilgarle a prácticas milenarias el cartelito de
“caducas”. Una vez más se trata de aprender a discernir y hacer convivir lo
múltiple en la unidad.
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